Logística utilizada en la expedición Transpatagónica
Integrantes de la expedición Transpatagónica
Explicación del equipo técnico utilizado en la expedición Transpatagónica
Algunos mapas del Campo de Hielo Sur y la travesía realizada
Descripción de la travesía en el sector norte del Campo de Hielo Sur
Descripción de Transpatagónica al atravesar la Falla de Reichert
Descripción de la travesía sobre el sector sur del Campo de Hielo Sur
Intento del explorador alemán Arved Fuchs
Detalles del primer intento de Cruce Longitudinal
Primer cruce longitudinal del Campo de Hielo Sur
Equipos Utilizados en Transpatagónica
imagen emblemática de una travesía polar, el explorador, su trineo, el sistema de arnés y los skis en un blanco inmenso.

El Equipo Técnico!!!, me confieso fanático del Gear, de hecho fue una de las cosas que mas me gustaba en el proyecto.
De equipo se puede hablar días, pero para una travesía de 98 días se requería equipo muy especial y algo muy importante, era saber de antemano las condiciones del lugar, no por relatos o de otras fuentes, sino de primera fuente, nuestras experiencias previas. Prácticamente todos los elementos fueron modificados , alivianados o destruidos por el que escribe, de hecho las carpas, como ejemplo fueron re-cosidas, se les adapto un nuevo set de parantes extras uniendo estos a los originales, dándole mucho mas rigidez, y así la ropa, anafes, mi olla gigante, skis, Pulkas made in Chile, etc. Se detallaran algunos de los elementos específicos para esta expedición:
Skis de Randonee o Telemark y Trineos o Pulkas.
Rodrigo llegando al final de la Gran Subida o el Gran Paso, el sistema de arnés rígido permite una conducción directa y simple del trineo, ahorrando bastante esfuerzo.Para poder mover toda la carga, de casi 100 kilos por persona por 400 kilómetros, resulta indispensable el uso de los trineos o Pulkas. Las construimos nosotros mismos, pues el mercado de estas casi no existe y necesitábamos algo adaptado a nuestra travesía, así, de fibra de vidrio, metal y polietileno, salio una pulka extraordinaria, mejorando mucho el modelo del 98 respecto del anterior del 96 , también fabricado por nosotros. De skis usamos 2 tipos, unos clásicos de Randonee con cierta adaptación especial en la base, y la fijación Silvretta 400, de metal 100% como debe ser, no como las plásticas de ahora!, y en ocasiones cambiábamos a un modelo ultraliviano de skis de Telemark de suela Wax-less, y fijaciones blandas Berwyn, para las que usábamos unas botas Sorel.Con ellas batimos nuestro record, logrando 20 Km. en un día. Las fijaciones metálicas permiten mayor tracción y fuerza aplicar al ski, especialmente en los es subidas o inicios de la travesía, cuando los glaciares son muy rotos o agrietados, estas fijaciones sufren mucho, prefiriéndose estas a las mas plásticas y livianas como las Silvretta mas actuales o las Fritschi. Las Berwyn o sherpas, difíciles de encontrar, fueron útiles en la planicie ya del campo de hielo, pues andan muy bien en tramos planos donde la idea es recorrer lo más posible. Algo agradable y sano era el poder alternar entre botas plásticas y la flexible tipo Sorel, que permitía el descanso de los pies. Los skis de Randonee, les sacamos una sección de la base plástica, sin dañar la fibra o el núcleo de estos y le pegamos con resina epoxica un trozo de 50 c, de piel, no usando prácticamente nunca pieles completas, evitando así el molesto trabajo de pegar y despegar además que ningún adhesivo dura 98 días.
Los trineos o Pulkas, de ambas expediciones los confeccionamos entre casi todos, a partir de un molde de madera, luego un negativo de fibra, el molde definitivo, y dentro de el se fabricaban las pulkas. Las de la expedición del 96, mas toscas y simples, eran de 1.8 metros de longitud por 50 cm. de ancho. Las siguientes, del 98 se estilizaron mucho, algo más anchas y rápidas, de 2.0 metros de largo excepto para Tracy, que se quedo con una menor de 1,2 mts.
Todas con unos perfiles de polietileno de alta densidad en las bases como patines y unas conexiones metálicas como 2 barras que unen el arnés de tiro que cada uno usaba con la pulka, así el sistema era un todo solidario tanto de subida como bajada. Solo en el glaciar J. Montt, no usamos los fierros, sino solo unos cordines para tirar los trineos, así no rompíamos los metálicos, antes de tiempo, pues estaban destinados para la planicie. Cada trineo pesaba unos 12 a 14 kilos, mucho para hoy en día.
Carpas. Equipo de campamento.
imagen de lo que queda de un campamento a un costado del Volcán Lautaro. Esos bloques duraran todavía algún día, hasta la próxima tormenta.Llevamos tres carpas, una para emergencias como repuesto, y las otras para el uso diario. Dos eran las viejas del proyecto del 96, unas Salewa Grande, para 4 personas, de forma geodesicas, de parantes muy gruesos de 11mm. que era usada con dos juegos de estos, así al final eran 6 parantes, muy firme pero muy grande, así que recibía todo el viento y sufrió mucho, llegando en muy malas condiciones al final del recorrido, pero de todas formas resistieron 5 meses de expedición en total ,pero sus moradores, Fica y Mono, se adaptaron bien a ella. Eran algo pesadas, pero en estas travesías el peso de la carpa no es importante. En varias ocasiones no debimos, por fuerza mayor, meter los cuatro en ella debido a la imposibilidad de hacer un muro para dos carpas.
La otra, una Marmot, modelo Citabel que aun esta en uso! no fallo ni enimagen del armado de la carpa, en las inmediaciones del Cordón Escondido. Primero era armar el muro, solo después nos permitíamos armar las carpas. Pero en esta ocasión, faltamos a la regla por que posiblemente no había viento, cosa inusual. el mas mínimo detalle, mas liviana y firme, eso si sufre menos el viento por ser mas pequeña, pese a ello igual le colocamos doble parantes. Si fuera de nuevo, seria la elección, sin ninguna dudo. Actualmente este modelo esta discontinuado por el fabricante Marmot, posiblemente otra carpa susceptible sea la Marmot Thor, o las Mountain Hardwear.
En varias ocasiones amanecimos con la carpa absolutamente tapada o sepultada de nieve, caída por la noche o movilizada simplemente por el viento. Era tarea de alguno, previa selección al azar, de hacer de héroe, es decir, salir totalmente vestido, a despejar primero el ábside o parte delantera y luego, poco a poco ir sacando toda la carga de nieve, cuidando siempre de no dañar con la pala la tela exterior de la carpa.
Cocina.
Diariamente se requería mucho agua, para lo que se derrite la nieve con una olla y anafe o anafre, el que fue elegido, y lo será siendo, es el MSR XGK II, apto para todo tipo de combustible, siendo el que usábamos la bencina blanca, que es el mas eficiente del mercado, en relación al peso del combustible. La foto del interior de una carpa, mientras se cocinaba, en el horario de la tarde. Ese era el momento de conversar y descansar, disfrutando del calor que generaba el anafe.otra ventaja respecto de los actuales a gas, es que no deja desperdicios como bombonas de gas vacías o no emite monóxido de carbono si se combustión mal o no deja escapar el gas, cosa que ha producido mas de un accidente hoy en día. Usábamos una marmita u olla enorme para derretir nieve, y luego otra menor para la cocina. No se lavaban los platos, a los más algo de nieve. La cocina ocurría en la tarde, al terminar de armar el muro de nieve protector y una vez dentro de la carpa, se procedía a el cambio de ropa para algunos por otra mas seca o bien el acomodarse y empezar la cocina, en medio de las dos personas que usaban cada carpa, así el calor generado por la cocinilla, permitía de alguna manera secar la ropa y el ambiente. Al menos mientras funcionaba el anafre, se estaba muy cómodo dentro de la carpa. Ese era el tiempo de leer, descansar, revisar la cartografía y mapas, y trazar los planes la futuro. También se escuchaba algo de radio onda corta. No llevábamos personal o radios personales, por un factor de seguridad como de dinámica grupal.
La dieta era básicamente de 4500 calorías diarias, casi el doble de una habitante normal de ciudad, e base a muchos chocolates, granolas, leche, pastas, pemmikan y comida liofilizada.
Sacos de dormir:
Debido a el clima imperante, frió y húmedo, con escasos días o incluso horas para un buen secado del saco, eracada detención de nuestra marcha, de unos 15 minutos, a veces mas si estaba grato, pero lo mas frecuente era que fuesen aun mas breves, pues el frió se hacia sentir a los 5 minutos de haber parado. Pero ese tiempo era para comer, hidratarse del termo, tomar las medidas con el GPS, trazar o corregir el nuevo curso y hacer el cambio de quien va a la punta. imposible llevar un saco relleno de no otra cosa que material sintético. Es el único que calienta o aísla lo suficiente, pero al mismo tiempo puede secarse en esas condiciones especiales de gran humedad. día tras día uno entraba al saco con la ropa húmeda de la actividad del día , que debía ser secada dentro del saco a solo calor humano. El uso del anafre algo ayudaba, pero mas bien calentaba algo los materiales , pero no los secaba realmente. Otra cosa era en los escasos días o ratos de sol, de tan gran intensidad que en cosa de minutos todo estaba absolutamente seco. Por esa razón se foto preciosa, algo alejada del campamento, en medio de una intenso blizzard o tormenta de viento, que arrastraba mucha nieve, mientras una persona arreglaba algo en el muro. Sin el no duraríamos mucho.solicitaron sacos a Lippi, empresa nacional, consistentes en dos sacos delgados, con cierre amplio, de hollofill. así uno dentro de otro, calentaban mas, al haber mas capas de aire, se abrían completamente y se separaban en dos para ser secados mar rápidamente y en caso de perdida de alguno, se contaba con las partes extras del saco de algún compañero. Resultaron muy bien, especialmente al principio, donde no se pasaba frió, buena comida y buen peso generan suficiente calor, pero al final de la travesía, ya muy flacos y con poca ingesta calórico diaria, eran noches bien frías para todos.
Se dormía sobre dos colchonetas ridge-rest, de célula cerrada, para buen aislamiento y larga durabilidad, sin riesgos de pinchazos o que por el frió extremo, mas la humedad, esta se condense al interior de la colchoneta y se congele, despegando las telas interiores de la colchonetas inflables, haciéndolas inútiles, cosa que ya habíamos sufrido.
Mapas:
Se salía en toda condición climática, con visibilidad o si ella, pero rara vez nos distanciábamos mas que en esta imagen, el que se quedaba atrás, si no nos dábamos cuenta, se podía perder fácilmente. Era un  medio hostil sin duda.Pocos, malos y antiguos. Esa es la mejor definición de los mapas que utilizamos en la travesía.
El mas usado, lejos fue uno a escala 1:100.000 de liboutry, del 50 aproximadamente, hecho en base a fotos aéreas de la USAF, servicio fuerza aérea americana del 49 aprox. Con el sistema trimetrogon, se hizo este mapa, sin cotas de altura, o detalles geográficos, solo las líneas de las cumbres y detalles básicos. Para la planicie bastaba, pues es casi plana, pero varias veces chocamos, literalmente, con cerros y obstáculos que no estaban donde decía el mapa. Muy inexacto.
Aparte de esto se uso mapas del IGM Argentino, escala 1:100.000, mas modernos y exactos, pero que solo tomaban algo del sector de nuestro recorrido. Y lo otro eran fotos aéreas, del 1995, hechas para el proyectado mapa 1:50.000 del IGM chileno, que dicho sea de paso, no se nos permitió usar pese a estar hecho con notables errores de toponimia, que nos dimos cuenta cuando pudimos ver el proyecto de mapa en unas ocasiones. Las fotos aéreas eran lejos lo más útil de todo el materia que se llevaba.
Comunicaciones y navegación.
Hoy todo es distinto. El teléfono satelital lo cambio todo. Así como el GPS lo hizo para nosotros en la navegación.Aquí se ve todo el equipo de navegación, el GPS Magellan, las fotos aéreas de 1995 y el mapa Lliboutry de 1945. a eso se agrega la brújula personal, el compás marino y el sentido de orientación, de cada uno.
Llevábamos, para las comunicaciones, dos handys VHF para comunicarnos solo entre nosotros en situaciones que lo requirieran, como fue en la desescalada de la falla de reichert, pero para comunicarnos con el exterior, confiábamos en una equipo HF kenwood, con una antena dipolo de 30 metros, que cuando había que usar, alguien debía salir al exterior, extender la dichosa antena y espera que el llamado este terminado para recogerla y guardarla. La radio salía sin dificultad con Magallanes radio y todo el En un comunicado radial, en las inmediaciones de la meseta Japón, muy cerca ya de la Falla, la antena dipolo de rompió, con gran susto, debido a que habíamos usado la radio, temimos que esta se podría haber estropeado, al trasmitir sin antena. Afortunadamente nada paso y se reparo la antena. Pero fue un susto!.sistema de faros de la Armada de Chile. Ellos fueron nuestros patrocinadores y encargados de esta tarea de comunicación. Hacíamos un llamado cada 7 días, con un rango de hasta 10. Si pasaban más de diez días, se podía gatillar un operativo de rescate.
Para la navegación, usábamos unas brújulas o compases Silva clásicos, mas un compás marino, con liquido, el que era usado en un arnés de pecho, por el primero del grupo, y así le permitía seguir sin dificultad la ruta y la dirección. Además, para corroborar la posición, calcular distancias y cursos a seguir era indispensable el GPS. Llevábamos dos, uno magellan Trailblazer y otro Garmin II. Ambos excelentes e imprescindibles.
Hoy le agregaría un teléfono satelital en vez de la pesada radio y un panel solar flexible. Llevábamos paneles solares, pero rígidos y algo pesados, conectados a una batería de gel sellada, con un regulador de potencia, que de esta forma cosechaba energía todo el día, y nos permitía cargar las batería de las cámaras digitales como para el uso de la radio HF.
Vestuario:
vestido de pies a cabeza en gore-tex, forrados con dos a tres capas de polar y otros aislantes, antiparras, mascaras de neopreno, éramos astronautas en una tierra gélida y hostil.Cada miembro, contaba con una tenida completa de gore-tex Patagonia y otra Lippi. Usada para detener las inclemencias del tiempo. Ambas al final de la expedición no detenían nada, pasando el agua como si nada. Además 2 a 3 capas de polar de diversos espesores en cuerpo y dos pantalones de polar para las piernas. Calcetines sintéticos delgados y gruesos, algunos gorros y pasamontañas, antiparras y muy buenos lentes de glaciar, botas plásticas koflach, con botín térmico de alveolite o espuma de célula cerrada, indispensable para ambientes húmedos y fríos, mas cubrebotas tipo supergaitors. Algunos pares de guantes y mitones. Mascaras faciales de neopreno.
Cuando las condiciones exteriores eran serias, había que vestirse casi como astronauta y partir caminando. Al detenerte se sentía el frió. Solo en acción se estaba cómodo, pero mojado casi siempre.
Además, como ultima esperanza, se llevaba una baliza EPIRB satelital pequeña, que en caso de emergencia, lanzaba una señal satelital sobre nuestra posición.
Si alguien la llevaba a escuchar, tratarían de rescatarnos. Otra cosa es que pudieran ingresar al Hielo Patagónico con mal tiempo.
Equipos técnicos:
parte del equipo técnico incluía una cuerda de 300 metros de 8 milímetros. Seria la usada en la bajada del cerro Bastión. Fue esencial y exacto lo que se requería en longitud. Usa suerte sin duda.Pocos elementos técnicos se llevaban, por que no íbamos a ascender ninguna ruta técnica, a lo mas íbamos a bajar por una pared, que para eso se llevaron 300 metros de cuerda fija de 8 milímetros, y por que no teníamos capacidad de llevar mas equipo, por ser pesado.Pese a pasar enfrente , al lado y casi  por arriba de muchos objetivos de montaña preciosos, debíamos contentarnos con seguir avanzando,  nuestra meta era cuantos kilómetros lográbamos por día, no las montañas. Aquí se ve el raro momento en que un mismo escalador logra la cumbre del Fitz-Roy y del Cerro Torre en el mismo instante.  Envidiable!.
Cada uno con sus crampones, no habían de repuesto, su piolet personal, un casco eso si, excepto el fica que se le quedo en la casa, arnés, cintas, cuerdas dinámicas(2), jumars y poleas, mas bien pensado para rescatar alguien de una grieta que para ascender alguna difícil montaña. De esas pasamos por el lado de muchas, cientos, solo fotos les tomábamos, no habiendo tiempo ni energía para ascenderlas.